- 6 julio 2023
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Dependiendo de la etapa en la que se encuentre el paciente con cáncer, sus necesidades nutricionales pueden variar. En el siguiente artículo, ofrezco algunas recomendaciones generales para una adecuada alimentación durante el cáncer.
El cáncer y sus tratamientos pueden afectar la nutrición de las personas que lo padecen
Durante el tratamiento del cáncer, es posible que se presenten ciertos problemas de salud debido a los efectos secundarios de algunos tratamientos como la quimioterapia, la radioterapia, la cirugía u otros procedimientos. Algunos de estos son:
Los problemas asociados a los tratamientos del cáncer (que te comenté en la sección anterior), pueden dificultar el consumo de alimentos y líquidos, suficientes y variados. Por ello, para mejorar la nutrición durante el tratamiento del cáncer recomiendo:
Sugiero comer pequeñas cantidades de comida con más frecuencia, en lugar de tres comidas grandes al día.
Es importante elegir alimentos blandos, fáciles de masticar y tragar, como sopas, purés, yogures, huevos, queso, pescado o pollo.
Es necesario evitar los alimentos picantes, ácidos, salados o muy condimentados que puedan irritar la boca o el estómago.
Es vital beber abundante agua y otros líquidos como zumos, infusiones, caldos o leche para mantenerse hidratado.
La ingesta de alimentos ricos en proteínas y calorías, ayuda a prevenir la pérdida de peso y a conservar la masa muscular, por lo que sugiero incluir en la dieta alimentos como frutos secos, semillas, mantequilla de maní, aguacate o helado.
Tanto el alcohol como el tabaco, pueden dañar las células sanas y aumentar el riesgo de infecciones.
Para prevenir las intoxicaciones o las infecciones, es fundamental lavarse las manos antes y después de manipular los alimentos, lavar bien las frutas y verduras, cocinar bien las carnes y los huevos y evitar los alimentos crudos o caducados.
Después del tratamiento del cáncer, es posible que algunos problemas de alimentación persistan o que aparezcan nuevos. Por ello, es importante seguir una alimentación saludable que ayude a prevenir las recaídas y a reducir el riesgo de otros tipos de cáncer. Para mejorar la nutrición después del tratamiento del cáncer, recomiendo:
Es indispensable en esta etapa de la enfermedad, incluir en la dieta diaria alimentos de todos los grupos, tales como cereales integrales, frutas y verduras; legumbres, frutos secos y semillas, lácteos bajos en grasa, carnes magras, pescados y huevos.
Sugiero limitar el consumo de alimentos procesados, refinados o con alto contenido en azúcar, sal o grasa, como bollería, embutidos, snacks o refrescos.
Recomiendo reducir el consumo de carnes rojas, así como también evitar las carnes procesadas o ahumadas que pueden aumentar el riesgo de cáncer de colon o estómago.
El consumo excesivo de alcohol puede aumentar el riesgo de varios tipos de cáncer como el de boca, por lo tanto, se debe evitar la ingesta de bebidas alcohólicas.
Aunque en este artículo he dado algunas recomendaciones generales para comer según la etapa del cáncer, es conveniente consultar con un especialista en nutrición que pueda adaptar el plan de alimentación a las necesidades específicas de cada paciente.
Quiero finalizar este artículo invitandote a que participes en mi Programa de Nutrición Integral PNC (Prevenir/Nutrir/Curar) Julia Osorio (comidayvida.com). ¡Te espero! Si este post te ha sido útil, recuerda compartirlo.